Si bien se cree que la población infantil es saludable por naturaleza, muchos pacientes infantes, e incluso obstétricos, requieren del oxígeno portátil y sus familias se preguntan sobre la oxigenoterapia en niños pequeños y bebés
Cuando se habla de oxigenoterapia, comúnmente se piensa en personas seniles o adultos con problemas respiratorios, sin embargo, este tipo de tratamiento de suma importancia es también útil para los más pequeños, algunos de los cuales nacen con problemas pulmonares o cardiacos o los desarrollan con el pasar de los años. Por fortuna, para ello es posible recurrir a la oxigenoterapia, la cual, si se usa de manera correcta en función de su condición y su edad, puede arrojar resultados excelentes para que puedan tener una infancia plena y una calidad de vida satisfactoria.
En esta publicación explicaremos diversos aspectos relacionados con las terapias de oxígeno en bebés y en niños pequeños, es decir, en el ámbito pediátrico. No olviden contactar a nuestra firma, Inogen México, si desean adquirir el mejor concentrador de oxígeno portátil para los pacientes infantiles.
Los bebés y niños pequeños que sufren de dificultades cardiacas o pulmonares pueden requerir respirar cantidades de oxígeno mayores para conseguir niveles normales de oxígeno en la sangre. Por fortuna, las terapias con oxígeno u oxigenoterapias ofrecen a los pacientes pediátricos el oxígeno adicional que requieren para que puedan vivir y crecer con normalidad.
Hablemos un poco sobre el oxígeno antes de continuar con el tema de esta publicación. Este elemento abundante consiste en un gas que requieren las células de nuestro organismo para que este pueda funcionar de forma correcta. El aire que respiramos contiene comúnmente un 20% de oxígeno, aunque en algunos casos es menester recibir hasta el 100% de oxígeno, como el de los infantes con problemas respiratorios y cardiacos.
Ahora bien, ¿Cómo es que el oxígeno es entregado? Son diversas las maneras en que se puede entregar oxígeno a un niño o un bebé, asimismo, el método a utilizar depende de la cantidad de oxígeno que se requiere, y de si el pequeño debe usar un respirador; por ejemplo, se utiliza una campana de oxígeno para los pequeños que por sí mismos pueden respirar pero que necesitan aún de oxígeno adicional. Dicha campana consiste en una caja o cúpula de plástico con oxígeno húmedo y cálido en su interior. Para su uso, la capucha integrada debe ponerse sobre la cabeza del bebé.
También se puede emplear un tubo fino y suave de plástico que se conoce como cánula nasal en vez de recurrir a la campana, tal tubo cuenta con dientes suaves los cuales se ajustan con suavidad en la nariz del pequeño, con ello el oxígeno fluye mediante el tubo, y el menor debe poder respirar sin requerir ayuda para utilizar este tipo de oxigenoterapia. En este tipo de tratamiento se pueden usar dispositivos de oxígeno portátil como los que en Inogen México ponemos a su alcance.
Otro método consiste en el uso de un CPAP nasal, cuyas siglas significan “presión positiva continua en la vía aérea”; este se usa para los niños que dependen de mayor ayuda para poder respirar de lo que puede obtenerse a través de una campana o una cánula nasal, sin embargo, ello no quiere decir que necesiten de una máquina para que respiren por completo. La máquina CPAP se encarga de suministrar oxígeno por medio de tubos que integran dientes nasales, asimismo, en esta el aire está a una presión mayor, lo que resulta de ayuda para que los pulmones sean capaces de expandirse mejor. Cabe agregar que el CPAP puede administrarse con un equipo de ventilación. Por último, es posible que se requiera de un respirador, con el fin de suministrar más oxígeno y así optimizar la respiración del bebé. El oxígeno fluye a través de un tubo que se coloca en la tráquea del paciente, asimismo, el respirador también se encargará de respirar para el bebé si se encuentra muy débil, enfermo, o cansado para respirar.
Respondamos ahora, ¿Cuáles son los riesgos que conlleva el oxígeno? En realidad, suministrar muy poco oxígeno o demasiado puede resultar dañino; si las células en el organismo reciben pocas cantidades de oxígeno, disminuye considerablemente la producción de energía, con lo cual las células pueden no funcionar adecuadamente y consecuentemente morir; asimismo, es posible que el menor no crezca de manera adecuada, sin omitir que varios de los órganos en desarrollo, incluidos el corazón y el cerebro, pueden resultar agraviados.
Por otro lado, el exceso de oxígeno también puede causar daños, por ejemplo puede dañar los pulmones, y bajo ciertas condiciones, si hay en la sangre demasiado oxígeno pueden ocasionarse problemas en el cerebro y los ojos. Los niños con algunas afecciones cardiacas también pueden requerir de menores niveles de oxígeno en la sangre. Para determinar la cantidad adecuada es importante acudir con expertos. Asimismo, si tienen preguntas relacionadas con los riesgos y beneficios del oxígeno para su hijo, es importante que se las hagan saber a su médico.
Ahora bien, hablemos sobre los riesgos de los sistemas de entrega de oxígeno en los menores. Los niños pequeños que reciben oxígeno por la capucha pueden enfriarse si la temperatura del oxígeno no es lo suficientemente cálida, además la mayoría de las cánulas nasales (pero no todas) usan oxígeno frío y seco. En caudales más altos, esto puede irritar la nariz interna, causando grietas en la piel, sangrado o tapones de moco, lo cual puede aumentar el riesgo de infección.
Problemas similares pueden ocurrir con los dispositivos CPAP nasales; cabe agregar que algunos dispositivos CPAP utilizan puntas nasales anchas que pueden cambiar la forma de la nariz, y que los ventiladores mecánicos tienen varios riesgos, por lo que es preciso hablar con su especialista acerca de estos.
Esperamos que esta publicación les haya sido útil, no olviden contactarnos a través de este sitio web si están interesados en adquirir un generador de oxígeno portátil de calidad para sus hijos. Somos una empresa referente en lo relativo a la distribución de sistemas de oxígeno portátil Inogen. ¡Gracias por su visita!