Ahora que la atención está puesta en las enfermedades respiratorias, han comenzado a presentarse muchas dudas relacionadas con los diferentes tratamientos y dispositivos que existen en el mercado para realizar terapia de oxígeno desde casa. Uno de los dispositivos que mayor intriga causa y que se ha vuelto muy popular es el concentrador de oxígeno, un dispositivo que ha demostrado ser muy eficiente y por ello la opción por excelencia.

Hasta hace algunos años, los pacientes con enfermedades respiratorias, como el EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva respiratoria crónica,), influenza, neumonía y otros padecimientos que necesitan del uso de tanques de oxígeno. Desafortunadamente, es común que se confunda el tanque de oxígeno con el concentrador, dos alternativas que tienen la misma finalidad, pero con funcionamientos completamente diferentes que otorgan ventajas que posiblemente no conocían.

¿Existen diferencias entre el concentrador y el tanque de oxígeno?

Sí y son muchas, ya que los cilindros de oxígeno que comúnmente se ven en hospitales, clínicas o ambulancias son dispositivos que por su naturaleza cuentan con una cantidad de oxígeno comprimido limitada por el tamaño del tanque. En esta opción, podrán encontrar tanques de oxígeno de 5, 10, 20, 30 y 45 kg. Un tanque de cinco kg tiene una duración de entre dos y seis horas, periodo que dependerá de las necesidades de suministro que tenga el paciente para su terapia.

Los tanques de oxígeno, tiene además otras funciones que están más relacionadas con el ámbito de la medicina especializada, ya que se utilizan para reanimar pacientes, en unidades de cuidados intensivos, para colocar anestesia y otras aplicaciones que son mucho más especializadas y que para su uso requieren de médicos especialistas.

Por su parte, el concentrador de oxígeno es un artefacto completamente diferente, pues estos dispositivos son capaces de tomar el aire del ambiente para posteriormente filtrarlo y luego comprimirlo de forma continua, por lo que el suministro de oxígeno nunca se agotará y el paciente podrá seguir con su terapia sin preocuparse de que se vaya a agotar la carga de oxígeno, como sí sucede con los tanques de oxígeno portátiles.

Dicho de otra manera, los cilindros de oxígeno son dispositivos que cuentan con una cantidad de oxígeno comprimido que previamente se tuvo que haber recargado; mientras, los concentradores de oxígeno tienen la capacidad de suministrar oxígeno hasta que la batería se agote.

La última diferencia por destacar entre estos dos dispositivos es que todos los tanques otorgan al paciente un flujo continuo de oxígeno; mientras, los concentradores suministran el oxígeno de una manera más controlada. Lo pueden hacer cada que el paciente aspire y necesite de ese oxígeno, o bien suministrar la dosis que requiere el paciente de acuerdo con el pulso, que, en muchos casos, es óptimo al momento en que un paciente recibe terapia de oxígeno. Esta es una de las ventajas más importantes y de las que ofrecen dispositivos como el Inogen One G3.

¿Por qué han ganado terreno los concentradores de oxígeno?

Como ya lo hemos mencionado, actualmente existen concentradores que proporcionan dosis ilimitadas de oxígeno, además de que gran parte de los equipos que se venden actualmente en el mercado son completamente portátiles, cosa que no sucede con los tanques de oxígeno. Esta característica facilita la aplicación del oxígeno a cualquier persona que necesite de una terapia de oxígeno. Existen otras características que deben conocer para que comprendan mejor por qué han ido ganando terreno los concentradores de oxígeno.

Tamaño

En el generador de oxígeno la pureza del es la misma que la que ofrecen los cilindros, pero con la diferencia de que un tanque puede llegar a pesar hasta 55 kg; mientras, el concentrador pesa tan sólo 2.2 kg, es decir que hay una diferencia abismal de peso y de tamaño, lo que facilita la portabilidad y movilidad.

Disponibilidad de oxígeno

Otra de las diferencias y que ya hemos mencionado es el hecho de que el concentrador permite tener disponibilidad en todo momento; mientras, el tanque de oxígeno sólo proporciona la cantidad de

Costo final

Si bien es cierto que en un principio tendrán que invertir más dinero para comprar el concentrador, hay que señalar que, con el paso del tiempo, es más rentable porque el gasto lo realizarán una vez y no más, cosa contraria con los cilindros, que necesitan ser rellenados frecuentemente.

¿Dónde comprar un concentrador de oxígeno?

Es importante que estos dispositivos sean adquiridos con una empresa especializada en el sector para poder gozar de todos los beneficios que ofrecen. Una de las mejores opciones que existen en el país es Inogen México, donde encontrarán el respaldo de una empresa con amplia experiencia y diversos modelos para que encuentren uno acorde a sus requerimientos y capacidades.

Si desean más información sobre el concentrador de oxígeno, comuníquense a las líneas (55) 6992 8350, (55) 5602 6944, (55) 3727 0946, (55) 2561 3271 o llenen el formulario disponible en nuestro sitio web.